Andrès Riveiro’s Weblog


Las flores que custodian el jardín del Dragón.

Hace ya mucho tiempo que no escribo con una sola mano en un teclado, con lo cual la historia que rellene la bitácora me llevara transcribirla algún tiempo mas del habitual, una vez mas no he contado con esa extremidad mía que se encuentra inmovilizada por una moderna y acolchada férula de aluminio, pero yo llevo la sensación de que un frío anfibio arborícola me ha aprisionado el dedo indice de la mano izquierda, es una aplastante rana gris hostil que dificulta sumamente las labores de mi mano izquierda, normalmente todos los anfibios que a diario veo son fieles aliados de los horticultores, incluso algunos anfibios que a diario veo en paseos o devenires, me muestran con una sonrisa afable las puertas de la sabiduría, de todos es sabido que en un concurrido parque publico, de esta herculina ciudad de la cual soy un orgulloso conciudadano, habita un dragón. En esta ciudad en la que los pulpos se pasean por las avenidas, para introducirse por su propio pie en grandes calderos de cobre ; en esta ciudad también habita entre arces y cedros un dragón de amable sonrisa con el cual los niños y no tan niños jugamos, siempre esta afable y le encantan los mimos en la barriga, la barbilla, el sobaco, las orejas. Es dragón afable, cariñoso,fiel amigo que incita a la lectura de miles de bellas historias interminables.
Los dragones son seres fantásticos que se repiten en numerosas mitologías, a mi cuando hablamos de dragones, enseguida me viene a la memoria una historia de caballerías escrita a la luz de candelas en una lúgubre mazmorra londinense por un cruel y longevo caballero que en la soledad del calabozo recurrió a la escritura como distracción para hacer mas llevadero el presidio. Thomas Mallory escribió en prosa la muerte del mítico caudillo celta al que conocemos como Arturo. Arturo era el hijo de un hombre que camino sobre el aliento de un dragón, su padre era Uther Pendragon amigo de ese gran druida mágico que fue Merlín. Merlín tenia ademas de Uther como afable aliado un dragón, uno de los múltiples dragones que habitan en las grutas marinas de los acantilados de los fines del mundo que hay en estas embravecidas costas. Gracias a este dragón que habitaba a los pies del castillo de Titangel, Uther pudo engendrar a Arturo. El amable dragón expandió su aliento sobre los acantilados , formando una densa bruma sobre la que Uther cabalgo para tomar en sus brazos a su amada, que se hallaba en la torre del homenaje del inexpugnable castillo de Titangel. Titangel es un castillo defendido por el embravecido mar de los celtas, en ese país donde se acaba el mundo llamado Cornualles. Al sur de Cornualles tras pasar la roca del obispo se encuentra otro fin del mundo en otra nación celta la Bretaña. En estas costas que baña el atlántico norte en el viejo continente europeo, se entremezclan y repiten paisajes, lugares,noches,sonrisas,vientos, faros,llantos,verdes, sonidos, palabras,peces,amores,tormentas, dolmenes,azules, menhires,lluvias, sentimientos,piedras, colinas,catedrales, cruces en el mar, prados,naufragios, pueblos, redes, canciones, manos hacendosas,fines del mundo,brumas,nombres,fortalezas,vidas, mar,ilusiones, historias y flores. Los celtas tenemos una flor que nos une a todos , es una sencilla flor amarilla presente en todos nuestros litorales. Es la flor de un arbusto que pertenece a la benéfica familia de la leguminosae. Un arbusto que no solo nos provee a estos litorales de inspiración para ornar acaudalados escudos armoriales que cuelgan en graníticas fachadas, habitadas por el húmedo musgo en las señoriales casas. Aprovisiona de resistentes herramientas, inexpugnables fortificaciones, alimento para el ganado, sustento para las tierras y el mas cálido de los fuegos para la cocina de los hogares. Es un post escueto ,pero me ha llevado su tiempo escribirlo con una sola mano, es un post para la que sin duda considero la flor de las naciones celtas. Contemplad pues la sencilla belleza de flor que mas habita en los litorales celtas y que no es otra que la del Ulex europea. L. Post dedicado a mi madre quien llama a esta flor xurima.



Sobre el nombre de la bestia y la cornucopia para Marieta.

De nuevo las lagrimas del que cultiva las nubes caen sobre el rostro tímido y empañado de mi ventana, la lluvia me persigue , los claros son amartilleados por las olas labrando el paisaje agreste y pedregoso, las bahías se tornan refugios. La lluvia es mi compañera, una oscura compañera, en una noche que la luna se ausenta para visitar los sueños de sus amantes. Cuando era niño a estas horas contemplaba embelesado las chispas del fuego, mientras los potes recibían el calor que habían de transmitir a los destemplados buches de bestias y humanos, los niños de la tribu recibíamos nuestra educación oral transmitida por versos de primorosos druidas que alimentaban las mas bellas fantasías imaginadas por mente humana. Eran historias todas basadas en hechos reales perdidos en la bruma de los tiempos, que la tradición oral de mi tribu enriqueció y adapto acorde a nuestras necesidades didácticas. Aquellas historias que nuestros ancestros regalaban cantadamente a nuestros oídos eran moralizantes y ejemplarizantes para prepararnos frente a ese mundo, en el que la lluvia caía eterna e inmisericorde al otro lado del cristal, un cristal critico en el que en las noches se escuchaban los aullidos de las bestias mezclados con los de las animas condenadas a no hallar el descanso eterno. Eran noches en las que en mis sueños se aparecían las imágenes que identifique años después, al descubrir a la madre de las bestias en un anaquel de una librería de viejo, en una vetusta ciudad arzobispal galaica donde el camino casi rinde a su fin, con un abrazo y un cabezazo. Es una ciudad de piedra , donde la lluvia es arte y las bestias descritas en ese tratado, alcanzan el cielo sobre nuestras cabezas, escupiendo sobre nosotros en forma de musgosas gárgolas labradas fabulosamente durante siglos por maestros canteros que nos dejaron mil historias escritas en el mas voraz y recio granito, historias que están por leer para los miles de peregrinos que acuden a descubrir la magia de la lluvia, en la ciudad del campo de las estrellas , a dos jornadas a pie del fin del mundo.
El libro descubierto en aquel desvencijado y horadado anaquel de aquella vetusta librería , reposa hoy en mi biblioteca , es un libro que es la madre de todas las bestias. Unas bestias recopiladas originalmente por un autor griego cuyo nombre permanece desconocido para nuestros ojos, tragicamente perdido , así como la biblioteca en la que fue escrito y la antorcha que lo ilumino en su génesis se extinguió. Mi libro hoy desconocido , en la edad en la que la escritura formaba parte del secreto monacato, mi libro fue un autentico best-seller, únicamente superado por la Biblia en los rancios atriles que los albergaron durante aquellos fangosos años de la bitácora humana. Mi “Physiologus” , ese es el libro, es una copia mas del original, una copia de otra copia que atesora los errores de los copistas, muchos de los cuales eran meros dibujantes analfabetos a la par que orfebres del alfabeto, en sus miniadas laminas. El “Physiologus” fue en sus buenos años fuente de musas, que nunca el Parnaso conocieron. Musas que iluminaron creaciones de artistas como Hyeronymus Bosch, relatos como el “Libro de las maravillas” de ese fabuloso viajero veneciano que fue Marco Polo, hasta un sin fin de anónimos canteros que voluminaron la piedra con los contenidos del “Physiologus” en millares de pétreos muros. El “Physiologus” es un tratado sobre la naturaleza, la naturaleza de las bestias, es un libro iluminado con ilustraciones y rancios comentarios ejemplarizantes sobre cada bestia así como su descripción y retrato, así como una serie de consejos sobre su caza y captura. El “Physiologus” sera el promotor de los libros de bestias, iniciando el genero de los ricos bestiarios medievales. Este curioso e intrépido libro de zoología medieval, esta sobresaturado de seres mitológicos , provenientes de muy dispares culturas que abarcan el mundo conocido en aquellos tiempos . Suma el “Physiologus” una inmensidad de mitologías bizantinas,griegas,latinas,africanas,egipcias,hindúes,arameas, parsís y un largo etcétera de mitologías llenas de bestias en muchos casos cornudas.
Como cornudo era Pán el chivo burlón, hermano de leche del divino hacedor de tormentas que gobernó en el olímpico monte en la imaginación de los antiguos griegos. Zeus aquel divino hacedor de truenos que fue amamantado maternalmente por la tierna cabra Amaltea. Un día Amaltea como buena cabra loca fracturo uno de sus cuernos, y así con el cuerno roto entre sus pezuñas presentase ante el olímpico gobernante, quien la eleva a los cuerpos celestes convirtiéndola en la láctea constelación de Capricornio que podéis ver en los cielos estrellados ausentes de Selene .Con el cuerno de la dulcinea Amaltea , el que forja los truenos que a estas horas hacen vibrar plañidero el cristal empañado de mi ventana, con ese maternal cuerno Zeus, el atronador fabrico la cornucopia.
La cornucopia es el mágico cuerno de la abundancia del cual provienen todos los bienes y que según algunos relatos perteneció a diversos miembros del olímpico panteón. Si bien los griegos tenían su residencia divina, los galaicos no podían ser menos y ubican estos celtas la residencia de sus dioses en el monte Pindo , un megalítico monte desde el que se domina una costa llamada por los intrépidos que osan surcarla: “Costa da Morte”. Custodian este olimpo particular los feroces guerreros Nemancos, tan bravos como las olas que esculpen mitológicas , en sus mágicas piedras tantas veces nombradas por la memoria de los ancianos druidas.
Hoy la invitada es conocida por algunos forasteros en la materia botánica como cuerno de la abundancia. A decir verdad esta vulgarmente conocida cornucopia , a la cual otros por su belleza llaman calas, crece y florece como una feroz bestia en los terrenos húmedos. Pertenece a la familia de las Araceae , fácilmente reproducible por división de sus bulbos rizomatosos, originaria del sur de África, su elevada toxicidad hace que sea ignorada por la mayoría de los depredadores excepto por los caracoles y babosas que la consideran un manjar. Su nombre veraz es Zantesdeschia aethipica
Me place dedicar este post tan bestial a mi querida Marieta, primera bailarina de mi bóvido ballet, la cual en su alimentación prefiere los alimentos en conserva, lease piensos y hierba ensilada. Aunque también gusta de leer en el periódico las cartas al director y rumiar alguna noticia. Para ti Marieta con cariño, inolvidable cabra loca. Este post fue escrito en el día de la bestia, un viernes 13 con humor y cariño. Besos Marieta.ag 003