Filed under: horticultura | Etiquetas: Adso de Melk, Ananías, Damasco, Guillermo de Baskerville, Hefesto, Hibiscus Syriacus, lar, mezquita, monasterio, rosa de siria, zoco
Ahora al anochecer el fatídico pronostico y temor ya nos ha alcanzado, llueve, llueve, sigue lloviendo y seguirá lloviendo. La lluvia propicia el encuentro, el debate, el refugio, la búsqueda del contacto, el anhelo de la piel, la suavidad de la lana, el calor de la lumbre, la infusión caliente, la mirada perdida en un oscuro cristal mojado y frío al tacto. Hoy el cielo retumba y en su cansancio le sustituye el viento, relevado en turno inmortal por el infinito batir de las olas contra los graníticos escollos que al estallar forman la mas blanca. Turno tras turno, los elementos no cesan en su acompasado martillear digno sonido de la fragua del ingenioso Hefesto, de no ser por el frío húmedo que hace que al respirar se acompase un vaho que se torna del tibio al gélido. Templo el lar, sacrifico al benefactor fuego los trozos del anciano roble, que levantan ascuas para hacer estallar la húmeda corteza del pino. Arranco mi instrumento de escritura que ha de enviar las señales que conforman una libreta de rutas, mientras el sistema operativo calienta su estructura, mientras tanto ensueño en pinceladas las evocaciones de nuestra invitada de hoy. Evocaciones provocadas por el común nombre que los profanos le asignan . Evoca pues mi penumbroso recuerdo en primer lugar una laberíntica escalera en llamas, una escalera que comunica el escritorio con la misteriosa y abundante biblioteca, a la que se accede subiendo por esa laberíntica escalera por la que solo se puede acceder mediante el conocimiento, solo el conocimiento revela el conocimiento en el laberinto. Unos peldaños llenos de humo y fuego, en el que un fraile franciscano acompañado por un imberbe novicio pretende salvar el conocimiento, situado en el nivel superior de una torre medieval. Una torre enclavada en un monasterio emplazado sobre un elevado cerro, un monasterio cautivo de una alta muralla, un amurallamiento cuartelero, desde cuyas almenas la caridad alimenta el hambre de los despojados con despojos. Un incendio provocado, que sera relatado por Adso de Melk , pupilo en aquel entonces de Guillermo de Baskerville. Un incendio acaecido por estas fechas hace unos siglos en una poderosa abadía italiana cuyo nombre omitiré a posta. Solo diré que en ese incendio desaparecieron obras maestras y únicas de Aristóteles , Virgilio, Agustín de Hipona, Orígenes, Hypatia y tantos otros . Libros que alguna hora fueron salvados de ruina de la biblioteca que era iluminada por la isla de Pharos. Fueron tales las perdidas que la mas necia y orgullosa bibliotecaria se torna en sumisa plañidera descarnada con un humilde pesar. Los trágicos y funestos hechos ocurridos en la misteriosa abadía relatados por Adso de Melk , fueron recopilados y novelados por el semiotico italiano Umberto Eco en una singular obra posteriormente llevada al cine.
La segunda evocación a la que me recuerda nuestra invitada a la bitácora, me transporta a un universo de aromas, de colores, de tacto. Aromas como el humo del tabaco turco especiado con manzana, el clavo, el cardamomo, la canela, el regaliz, la pimienta, el curry, agua de rosas y un largo sin fin. Colores como el índigo, el pan de oro, el cobre pulido, el azafrán, el verde esmeralda, el agua marina, los nácares, así como el mas basto arco iris inimaginable por la pupila. Los tactos del cuero curtido y pulido, la seda de Cypango, la porcelana de Tokoname, la lana de Cachemira perdiéndose así en la mas suaves caricias. Un lugar que bien podría ser el fastuoso zoco de Damasco, esa ciudad que tiene a orgullo el ser la ciudad mas antigua continuamente habitada donde hace 6500 años los humanos comenzamos a intentar civilizarnos. Donde religiones cristianas como la católica conviven con griegos ortodoxos, melquitas y jacobitas así como con musulmanes sunnis, chiitas, alauís y drusos. Una ciudad donde se pueden las huellas del tiempo y de las culturas que allí habitaron son visibles y habitables, puedes vivir en un foro romano , visitar una de las iglesias mas viejas de la humanidad la capilla de Ananías aquel que convirtió a Saulo de Tarso en Pablo. Una ciudad donde hay que descalzarse para entrar en un templo arameo , posteriormente latinizado, reconvertido a templo cristiano, actualmente una de las mayores mezquitas de la humanidad y con toda posibilidad la mas hermosa. Un templo de templos , un lugar sacro desde que los humanos discernieron entre lo sacro y lo profano, un templo mausoleo que custodia un cráneo decapitado que en su día fue ofrecido en bandeja de plata a la pérfida Salomé la Idumea. Un templo rodeado del mas voraz y regateador comercio existente, pujante en su laberíntico zoco donde se pueden encontrar todas las mercancías imaginables,de ritmo marcado por los buriles de las forjas. Un zoco donde el gremio de los plumistas y floristas, tiene pasado ,presente y futuro. En una húmeda maceta hermana del barro en el que la humanidad coció sus primeros ladrillos podemos encontrar a nuestra invitada de hoy creciendo en lozanía y vital esplendor . Crece la Malvaceae que nos ocupa hoy hasta los cuatro metros de altura con porte erguido y ovalado, cuando el invierno es duro su hoja cae. Gusta de terrenos bien drenados y ricos en humus con frescura en sus raíces y una exposición soleada . Introducida en Europa desde las cruzadas primeramente cultivase con fines medicinales a fin de su poder para cicatrizar ulceras y llagas tanto corporales como del alma, hoy en día esta siendo investigado como anticancerígeno. Yo únicamente lo cultivo con fines ornamentales y en días como hoy con alerta de temporal me alegra las pupilas mi rosa de Siria cuyo nombre veraz es Hibiscus syriacus. Post dedicado a Ari antaño marino sirio, hoy tabernero gallego en la ciudad en la que nadie es forastero.
Filed under: horticultura | Etiquetas: Afrodita, Ares, Boticceli, Cnossos, Cronos, Dionisios, Frisia, Gea, Hefesto, Hermes, Hesiodo, hieródulas, Morrigán, orquidea, Orquideas, Phalaenopsis aphroditae cv. "Red Jewel, Priapo, Teogonías, Venus
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Cuenta Hesiodo en sus Teogonías, que la monstruosa Gea harta de los devaneos lascivos de su marido el Dios Urano, fabrico una hoz de afilados dientes de pedernal, tras ello alecciono a uno de sus hijos un titan de nombre Cronos al que Hesiodo, denomina el la mente retorcida, para que castrase a su padre Urano. Cronos en una noche oscura embosco a su padre que se dirigía a uno de sus habituales flirteos. Con su mano izquierda agarro los genitales de su padre Urano, empuñando con su mano derecha la afilada hoz los cerceno de un certero golpe (Desde aquel entonces se considera a la mano izquierda como señal de mala suerte). Las gotas de sangre de tal mutilación fueron recogidas por Gea dando lugar un año después al parto de las Erinias, los Gigantes y las Ninfas. Los genitales fueron arrojados al tenebroso mar apareciendo así la blanca espuma . De dicha espuma pasado el tiempo nació una doncella que arribo en la isla que hoy conocemos como Chipre . A la doncella humanos y Dioses dieron el nombre de Afrodita, siendo su belleza inigualable y bajo sus pies crecía la hierba. La belleza latinizada de sus pies, nos fue regalada a nuestros ojos por Sandro Boticceli, enmarcándola púdicamente sobre puro nácar. Nácar como el que alfombro en su día, el suelo del impresionante templo palacio de Cnossos, obra magna desarrollada hace unos 4.000 años ,en plena edad del Bronce una admirable obra de orfebrería del arte micénico, afianzando así su relación con las gentes de los mares, siendo acompañada en numerosas ocasiones acompañada de jibias y erizos de mar. Afroditas, hay varias dependiendo de los lugares y de las gentes y las épocas el, equivalente en el atlántico Norte seria Morrigán. Esta Diosa de las gentes del mar, se nos presenta en la Grecia clásica como un tanto pendón desorejada, esposa promiscua de Hefesto el Dios cojo de la fragua, se nos presenta esta Diosa de la belleza y la pasión sexual, ya nacida adulta. Casada con Hefesto, leemos que de sus devaneos con Ares el pendenciero borracho Dios de la guerra tiene tres hijos , de su apareamiento con Hermes grandilocuente Dios del comercio y a ratos mensajero olímpico nace el primer ser con dos sexos Hermafrodita , con Poseidón dios de los mares tiene otros dos cachorros. Aunque para mi el fruto de su promiscua pasión que con mas simpatías me cuenta ,es Priapo ese feo niño cabezón jardinero dotado de un sensacional miembro viril, Dios protector de los jardines representado con unas podaderas y fruto de la pasión con Dionisios, Dios del vino y la imaginación. Lo cierto es que tanta mitología libidinosa parece encontrar respuestas en la arqueología actual, puesto que numerosas teorías arqueológicas apuntan a que en numerosos templos advocados a la Diosa Afrodita o sus variantes, se dedicaban a la prostitución sacralizada con esclavas provenientes de saqueos y guerras. Me imagino que esta prostitución sagrada seria con fines recaudatorios para el sostenimiento de los templos y santuarios. Desconozco si las hieródulas o siervas sagradas de los Dioses recuperaban el himen tras un baño en las aguas del mar como la Diosa a la que ofrecían sus tristes sacrificios.
Lo cierto es que a mi me presentaron un pie de Venus , una orquídea a la que así llaman vulgarmente. Orquídeas hay muchas como Afroditas. Mi orquídea se llama Phalaenopsis aphroditae cv. «Red Jewel», es un cultivar realizado por la mano del hombre en tierras de la antigua Frisia, hacia mediados de los años 80 del pasado siglo, por cultivadores holandeses. Su cuidado y reproducción son bastante fáciles respetando sus parámetros de crecimiento, que son entre 18ºC y los 24ºC , les gusta la luz indirecta, las vaporizaciones a pie de planta, un substrato bien drenado aunque húmedo en su base con abonos muy ligeros al principio de primavera, a finales de primavera tras la caída de la flor se reproduce bastante bien por división de mata, pertenece a la familia de las Orchidaceae y engloba a unas 60.000 especies y cultivares creados por la mano humana, aunque su origen habría que buscarlo en los acantilados del Sudeste asiático. Dedico este post a Kike que día a día se esfuerza por ofrecerme un café digno y los fines de semana , me prepara unos camparis soberbios dignos del propio Dionisios. Un abrazo Kike a ti, que también tienes el alma de costalero.